La importancia de la APPCC, también en época de pandemia

Según los diferentes organismos comunitarios – como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (efsa) – no está demostrado que los alimentos puedan ser fuente de contagio de coronavirus. Sin embargo, desde el inicio de la crisis, el posterior confinamiento y la actual “nueva normalidad” son muchos los que buscan aún más seguridad y tranquilidad a la hora de comprar y manipular productos de este sector.

Tanto usuarios como productores, proveedores y demás participantes de este ámbito han aumentado el estado de alerta. Y, en consecuencia, el sistema APPCC se ha vuelto un sello de garantía más que obligatorio. Dentro del catálogo de servicios de Plagastur, el Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos es uno de los servicios estrella. Y, aunque ya hayamos contado qué es y por qué es obligatorio (por ley), recuperamos su protagonismo y su valor en tiempos de pandemia. 

Cómo garantizar la seguridad alimentaria en la era poscovid

El último rebrote de coronavirus en Alemania fue localizado en un matadero. Entonces, volvieron a saltar todas las alarmas sobre el posible riesgo de contagio a través de alimentos. Tanto desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) como desde diferentes entidades comunitarias y nacionales – como el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) – insisten en rechazar esta posibilidad.

En cualquier caso, las empresas encargadas de la producción, la distribución y la venta de productos alimenticios han tenido que aumentar sus esfuerzos para conseguir, al mismo tiempo, mantener abastecida a la población y cumplir con los requisitos de seguridad (tanto de cara a sus trabajadores como a los intermediarios y clientes finales).

Este podría ser el decálogo de buenas prácticas en seguridad alimentaria para los tiempos poscovid:

  • Recordar la necesidad y la obligación del APPCC.  El sector agroalimentario ya realizaba un exhaustivo control higiénico y sanitario antes de la llegada de la actual crisis. Desde los diferentes organismos relacionados (como la propia CNTA o la Comisión Europea) recuerdan que ahora, más que nunca, se debe conocer y cumplir con todos estos requisitos.
  • Revisar e implementar los planes de limpieza general de las instalaciones en las que se manipulan los alimentos. En este sentido, aquí también se incluyen las zonas de tránsito o de carga y descarga de los productos.
  • Recordar a toda persona que entre en contacto directo con el género la necesidad de cumplir con las medidas de higiene y seguridad recomendadas por el Gobierno. Aunque los alimentos no transmitan el virus, las personas que los transportan, los venden o los compran sí pueden ser portadores.
  • Resolver dudas de la mano de los expertos. Antes de dar crédito a cualquier bulo, se debe consultar con las autoridades competentes todo lo relacionado con la seguridad alimentaria.

Anticiparse a un futuro incierto. Aunque no sabemos cómo van a ser los próximos meses, se puede adelantar mucho camino con las medidas y pautas de control y análisis ya implantadas. Solicita ya un APPCC a profesionales como los de Plagastur y gana en tranquilidad frente a posibles peligros o amenazas contra la inocuidad de los alimentos.